La República Federal Alemana cuenta con más de 82 millones de habitantes. Este país es un reclamo turístico tanto para el resto de europeos como para turistas más internacionales que ven en Alemania un sitio que conjuga cultura y gastronomía en un mismo lugar por eso es bueno contar con una guía turística de Alemania.

Alemania cuenta con una extensa red de hoteles y albergues, aptos para todos los bolsillos: desde hoteles rurales a hoteles de cinco estrellas y albergues juveniles, pasando por las pensiones, ofrecen alojamientos con precios entre los 50 euros los albergues y los 660 euros los hoteles de lujo. Se recomienda reservar con antelación, ya que en temporada alta los precios tienden al alza. Las maneras de llegar a Alemania son muchas y variadas: el avión, el tren y el auto son las más comunes, pero no se ha de descartar el ferry.

Los aeropuertos de Alemania son el de Frankfurt, el de Munich, el de Berlín/Tegel, el de Colonia/Bonn y el de Hamburgo, que reciben a diario tanto vuelos nacionales como internacionales.

La red ferroviaria comunica a la perfección las distintas ciudades, e inclusive tiene conexiones con países limítrofes, como Suiza. El ferry es el transporte elegido por los visitantes de los países nórdicos, que llegan a través del mar al puerto de Hamburgo. La climatología de Alemania es oceánica. Esto implica que los veranos son calurosos y los inviernos fríos, tanto, que ríos y lagos aparecen congelados en las mañanas invernales. Es por ello que la mejor época para viajar a Alemania es durante la primavera europea: entre marzo y mayo el tiempo mejora y, si bien los precios suben, no son tan altos como durante el verano, época de gran afluencia turística y costes altos.

Otra época idónea para visitar la República Federal Alemana es el otoño, momento de temperaturas cálidas y festivales del vino. No obstante, si se ha de viajar durante el invierno o el verano, se recomienda reservar el viaje con toda la antelación que se pueda, llevar ropa de abrigo si se trata del invierno o prendas ligeras para el verano. Es independientemente de la estación en la que se produzca el desplazamiento, en la maleta no puede faltar un impermeable y un paraguas de bolsillo, por las tormentas itinerantes que se producen. Algunas de las ciudades más importantes de Alemania son Berlín, Colonia, Múnich y Frankfurt.

El Muro de Berlín, derribado el 10 de noviembre de 1989; y la catedral de Berlín, construida a finales del siglo XIX, son dos lugares imprescindibles que visitar en esta ciudad. En Múnich, las tres pinacotecas (Pinacoteca Antigua, Nueva Pinacoteca y Pinacoteca de Arte Moderno) y la Puerta Victoria; en Colonia la catedral de la ciudad, de estilo gótico, una monumental construcción de gran fama, y el Museo Románico-Germánico. En Frankfurt, la catedral de San Bartolomé, de casi 100 metros de alto, es un lugar a visitar, así como el Städel y el Museo de Arte Moderno.

La cocina alemana gusta de distintas carnes, como el conejo, el jabalí o el cerdo, con los que se preparan las conocidas salchichas alemanas, las albóndigas o el codillo. No obstante, no sólo de carne se nutre Alemania, sino que en las zonas de costa también prolifera la gastronomía basada en el pescado y el marisco, como el bogavante o el krabben. La bebida típica es la cerveza, en sus variedades más oscuras (como la Pilner o la Dunkel) o más claras (Weibbier).